INTRODUCCIÓN

 

Parece fuera de duda que los primeros disparos de artilleria que tronaron en Europa se oyeron en España. Los primeros disparos de que se tienen notica fidedigna se hicieron en el ataque de Mohamed IV de Granada  contra las fronteras de Alicante y Orihuela en 1331. Igualmente se uso la artillería por parte de los moros en el sitio de Algeciras (1342-1344).

 

La primera noticia de artillería naval en España se produjo en 1359 , en las luchas mantenidas por el rey Pedro el Ceremonioso de Aragón y Pedro el Cruel de Castilla, los primeros habian colocado una bombarda en una nave , que contribuyó a la derrota de las naves de Pedro el  Cruel.

Poco después, en 1371 las naves castellanas obtuvieron una brillante victoria sobre las inglesas en La Rochela, debido principalmente al buen uso de la artillería.

 

La artillería ha conocido cuatro épocas:

 

1ª) de las bombardas , desde el principio a comienzos del siglo XVI

 

2ª) de las culebrinas, hasta finales del siglo XVII

 

3ª) de la artillería de ordenanza hasta mediados del siglo XIX

 

4ª) de la artillería rayada

 

LAS BOMBARDAS

 

Toda pieza de artillería se compone de dos partes principales: la boca de fuego y el montaje. La boca de fuego es un tubo mas o menos largo en cuyo fondo se coloca la pólvora y a continuación el proyectil. Al quemarse la pólvora, los gases producidos impulsan al proyectil al exterior.

 

Las piezas mas antiguas que se conocen son las bombardas o lombardas. Lo más característico de ellas es que se componian de dos partes separadas: la caña o tomba ,que era la que recorría el proyectil,  y la recámara, servidor o mascle, era la que contenía la pólvora. Tanto una como otra tenían por su exterior argollas por las que se pasaban unas cuerdas que permitían unir al mascle y la tomba, y luego los dos al  montaje, con lo que quedaba la bombarda en disposición de disparar.

 

Las dos partes de estas bocas de fuego no estaban formadas por una sola pieza de metal, sino que la componían un cierto número de duelas reunidos por varios aros colocados en su parte exterior, es decir, estaban construidas a semejanza de los toneles, pero las duelas en vez de maderas ,eran de hierro.

 

 

A mediados del siglo XIV, ya empezaron a construirse bombardas fundiendo en una sola pieza cada una de sus dos partes. El metal empleado era el bronce ( aleación de cobre y estaño) y se llamaba fuslera. Las bombardas de duelas de hierro las podían  fabricar cualquier herrero, en cambio las de metal fundido como las de bronce se encargaban a obreros que conocieran el arte de fundir el metal : los campaneros. Estos, fabricaron las bombardas con la misma aleación con la que fabricaban las campanas. Pero este bronce , excelente para campanas no lo era para las bombardas, ya que a causa de la alta proporcion de estaño , resultaban muy quebradizas, y por lo general se rompían al primer disparo.

 

 

 

En cuanto al montaje, estaba constituido simplemente por un zoquete de madera al que se ataba la boca de fuego. La elevación se obtenía colocando cuñas de      madera debajo de la parte anterior del montaje, cambiándose posteriomente al sistema de escalamira, que consistia en dos bastidores situados en la parte anterior que sostienen una traviesa, la cual pude ser colocada a distintas alturas. Sobre esta traviesa se apoya la parte anterior de la bombarda.

 

El montaje fue llamado al principio fue llamado fusta o fuste en Aragón , y en Castilla posteriormente se generalizó la palabra cureña, nombre que se daba a una pieza de la ballesta.

 

Las operaciones necesarias para hacer un disparo con una bombarda eran las siguientes: Primero se colocaba la pólvora en el mascle, que se solia llenar hasta unas tres cuartas partes de la cavidad total; encima de la pólvora se colocaba un taco de madera  que la comprimía ligeramente. Luego se procedía a la unión del mascle con la tomba, atando ambos fuertemente con cuerdas pasadas por las argollas.Se ataba el conjunto al montaje, introduciendo después la pelota por la boca y atacándola hasta el fondo. Luego por el oido, que era un taladro que comunicaba el interior del mascle con el exterior y que se llenaba de pólvora, se introducía un hierro candente que al encender la pólvora producía el disparo.

 

Como se puede ver, entre un disparo  y el siguiente debía de transcurrir un intervalo de tiempo bastante largo, pues aparte de las operaciones anteriores era necesario apuntar la bombarda. Para abreviar este intervalo cada bombarda a veces tenía dos mascles, y asi mientras se disparaba uno se preparaba el otro.

De todas maneras aun así el tiro había de ser un muy lento y no parece que hubiese de pasar mucho de los ocho o diez disparos por día.

 

Los proyectiles disparados por las bombardas eran balas o pelotas, que podian ser de hierro o de piedra. Las mejores eran las de hierro ,pero se presentaban dificultades para su fabricación cuando habian de ser muy grandes. La produccion de las de piedra era más facil, pues con un buen número  de picapedreros y una cantera en las proximidades,  el municionamiento no ofrecia complicaciones. a las pelotas de piedra se las llamaban bolaños. También tiraban las bombardas dados de hierro emplomado, que se les llamaban bodoques.

 

Las bombardas fueron empleadas casi exclusivamente para el tiro rasante. el tiro curvo se obtenía por medio de una pieza más corta que las bombardas y de mayor calibre, generalmente de forma acampanada, que se llamó mortero, pedrero o trabuco. estaba constituido como las bombardas de duelas y aros, pero la recámara era de mucho menor calibre que la caña

                                                                                                                                                                                                                                                              

 

Otra pieza usada en esta época era el falconete, que tenía en la parte posterior de su boca de fuego un marco que sostenía el mascle, llamado en este caso alcuza.  

 

El marco terminaba por su parte posterior en un apéndice llamado rabera , empuñando el cual se daba dirección al falconete que a su vez podía girar alrededor de un eje que él mismo llevaba.

 

 

 

 

Durante todo el siglo XIV y principios del XV poco mejoraron las bombardas . A principios del este último siglo se implantaron importantes innovaciones: se disminuyó el calibre de las piezas, a las cañas se les dá una forma ligeramente troncocónica que aumenta su resistencia , y se implantó el uso de las pelotas de hierro.

 

Para dar una idea del estado y las posibilidades de la artillería de este período, damos a continuación algunas características de la misma.

El peso de la bombarda podía llegar a los 6.000 kg. El de los proyectiles oscilaba de los 5 a los 150 Kg. cuando se trataba de bolaños. Si las pelotas eran de hierro ,podían llegar hasta los 250 Kg. El calibre llegó hasta los 580 milímetros.

 

El alcance de las piezas a fines del siglo XIV llegó a los 1.300 metros, subiendo a 2.000 al final del siglo XV.

En la última mitad del siglo XV van apareciendo piezas ligeras y de fácil desplazamiento, despareciendo poco a poco la fiebre por las piezas grandes , buscando poseer muchas piezas y muy ligeras.

 

En el siglo XVI se siguen produciendo innovaciones, las piezas ya se hacen fundidas y no constan de dos partes, sino que son de una pieza.

Otra innovación fue la aparición de los muñones que consisten en unos salientes cilíndricos que forman cuerpo con la boca de fuego  y que sirven de eje al giro de la misma, permitiendo apuntarla en altura

 

Al mismo tiempo se perfeccionó la obtención  de la  pólvora, unificando su fabricación, con lo que los artilleros dejaron de hablar de pólvora floja o pólvora soberbia en función de su calidad.

 

Los montajes de transforman, tomando la forma que mas o menos habrían de conservar durante siglos. La mayor parte de las piezas ya no las funden los particulares, sino establecimientos públicos dedicados a ello, En esta época se crean numerosas maestranzas, en especial las de Málaga, Medina del Campo, Barcelona, Burgos.Los proyectiles ya siempre fueron de hierro,empezando a usarse desde mediados del siglo XVI la bomba, que era una esfera hueca llena de pólvora.También se tiraron unas balas envueltas en estopa que se encendían e iluminaban el campo.

                                                                                                                                                                                                                                                                                  

                                                                                                                                                                                                                                                   La artillería de los primeros tiempos se usó casi exclusivamente para guerras de sitio. Para poder acompañar al ejército, hubo que hacer piezas más ligeras, y para obtener más alcance, las bocas de fuego se hicieron más largas. Con estas condiciones aparecen las piezas características de esta época: la culebrina, el cañón, los sacres y sacabuches.

La culebrina  solía ser de bronce, fundidas en una pieza,  y se cargaban por la boca, tenían alrededor de 30 calibres y llegaban a alcanzar los 5.000 metros.

 

Otras piezas de la familia de las culebrinas , pero de menor calibre fueron los sacres y los sacabuches ( estos últimos se les considera los precursores de las armas portátiles de infantería).

 

 

 

Las piezas de mayor calibre que las culebrinas se las denominaban cañones, de tubo más corto, también de bronce, y se cargaban por la boca.

 

 

 

 

 

                

 

 

 

ARTILLERIA DE ORDENANZA

 

Si se examina la relación de las piezas que llevaba un ejército , asombra la cantidad  tan grande piezas diversas, sobre todo teniendo en cuenta que aun piezas del mismo nombre y calibre podían no ser iguales, ya que las carácterísticas de cada una de ellas dependia del capricho de su constructor o del que las hizo construir.El municionamiento de esta artillería debía de ser complicadísimo, y el funcionamiento de la misma estaría expuesto  a verse interrumpido en plena acción.

 

Carlos V, adelantándose a sus contemporáneos, implantó con éxito en 1552 un cierto orden en la multitud de calibres existentes —llegó a haber hasta ciento sesenta tipos de piezas—, reduciéndoles a un número manejable. Estableció seis modelos de piezas: de cuarenta, veintiséis, doce, seis y tres libras, más un mortero.

Este esfuerzo de simplificación se llevó a la práctica sólo en parte. En tiempos de Felipe II, continuando en la misma línea, se establecieron siete: cañones y medios cañones; culebrinas y medias culebrinas; sacres y medios sacres, y falconetes. A finales del XVI, existían seis: cañones (de cuarenta, treinta y cinco, treinta y dos y treinta libras); medios cañones (de veinte, die­ciocho, dieciséis y quince); tercios de cañón (de diez, ocho y siete); culebrinas (de veinticuatro, veinte, dieciocho y dieciséis); medias culebrinas (de doce, diez, ocho y siete) y tercias culebrinas (de cinco, cuatro, tres y dos).

 

A principios del siglo XVII , Felipe III, limitó el número de tipos de cañón, pero estas reformas no dejaron de ser parciales.

A finales del siglo XVII y principios del XVIII, se centraliza la producción en las Reales Fábricas que eran los únicos establecimientos dedicados a la fabricación de armas, excluyendo desde ese momento a los particulares. A partir de ahí se empezaron a reglamentar los caliobres y disminuir su número a los indispensables, como así hizo la Real Ordenanza de 1718.

 

El calibre se expresaba por el peso de la bala.Así , si se hablaba de una cañón de 12 , se quería decir un cañón cuya bala pesaba 12 libras.

El aspecto de las bocas de fuego difiere poco de las de la  época anterior. Siguen los adornos exteriores,

 

En 1743 se dicta una nueva Ordenanza, donde desparecen los adornos exteriores, se limita el número de calibres , y se introduce el cartucho, con lo que la bala unida a la carga simplifica las operaciones de disparo y se aligeraron los montajes. La artillería se clasificó en : cañones de sitio y plaza, cañones de campaña , obuses y morteros